La catacumba se encuentra a lo largo de Via Prenestina entre Paliano y Serrone en la colina de San Quirico. Excavada utilizando las galerías preexistentes de las canteras de puzolana, consta de tres núcleos colocados en diferentes niveles con respecto al banco tufaceo.

Las sepulturas están excavadas en pilae de cuatro o cinco loculi superpuestos y se cierran mediante ladrillos. El material arqueológico encontrado permitió fechar el asentamiento entre los siglos IV y V y debería servir a una comunidad bastante grande residente en el pueblo cercano.