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Complejo de catacumbas ubicado a lo largo de la Via Portuense en el margen derecho de la curva del río tíber. La catacumba de Generosa se desarrolla a principios del siglo IV d.C. pero forma parte de un complejo arqueológico rico en testimonios no solo cristianos, sino sobre todo paganos. De hecho, en el área mencionada anteriormente se identificó un recinto sagrado (llamado el bosque sagrado de la Magliana), incluido el antiguo colegio pagano de los fratres Arvales, una asociación sacerdotal cuyos orígenes se remontan a la época republicana romana.

La catacumba se coloca dentro de una colina y se extiende en un nivel. La entrada al hipogeo se encerró dentro de la basílica construida por el Papa Dámaso en la segunda mitad del siglo IV. En el ábside de la misma, una fenestella confessionis permitió ver el lugar principal del culto a los mártires, mientras que una puerta lateral daba acceso a las salas subterráneas.