“Inter duas lauros” Liber Pontificalis p. 206

Las catacumbas dedicadas, a los santos Marcelino y Pedro, conservan las sepulturas de los dos mártires. Hay que regresar a los tiempos de Diocleciano para conocer la historia de la vida de los dos santos. San Marcelino y San Pedro fueron asesinados por deseo del emperador Diocleciano en el 304 d.C. Fueron decapitados en Roma donde, antes de ser ejecutados, fueron obligados a excavar con sus propias manos su tumba. El terrible lugar del martirio de los dos santos era conocido como Selva Negra y después de su muerte fue rebautizado como Selva Cándida, localidad hoy próxima a la via Cornelia. Gracias a una matrona romana, conocida como Lucila, los cuerpos de los dos mártires fueron llevados a la via Casilina, cerca de la localidad ad Duas Lauros. Con la traslación de los santos cuerpos, el cementerio cristiano ya existente, fue dedicado a la memoria de los dos mártires. Las catacumbas se extienden por una superficie de 18.000 mq. Se cree que solo en el siglo III en esta área fueron sepultados alrededor de 15.000 personas. En las catacumbas es posible ver restos históricos como lápidas que cerraban los lóculos. Sobre las lápidas de mármol se pueden todavía hoy reconocer los signos realizados por los primeros cristianos para indicar su credo.