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Catacumba de San Sebastián

Ad catacumbas

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Dirección

Via Appia Antica, 136 - 00179 Roma RM

horario de apertura

Lunes-Domingo. 09:30 - 17:00 (la última visita empieza a las 16:45)

Contacto

Tel: +39 06 7850350

Email: info@catacombe.org

Sito web: www.catacombe.org

Descanso semanal

Jueves

Cierre anual

Diciembre

Cómo contactarnos

ATAC 118, 218, 660

 

“[…] en Roma, por lo tanto, donde había llegado como huésped extranjero, tuvo el domicilio de la inmortalidad perpetua […]” Martirologio Romano 20 gennaio n°2.

 

Con el transcurso del tiempo, se utilizó el nombre de San Sebastián, uno de los mártires sepultados aquí, para denominar el cementerio que, en un principio, era llamado ad catacumbas, a saber, “cerca de la hondonada”, debido a las canteras de puzolana de ese lugar. El topónimo “catacumba” se fue ampliando hasta indicar los cementerios subterráneos cristianos. El conjunto se conocía también como memoria Apostolorum, porque allí se veneraban los Apóstoles San Pedro y San Pablo. Desde el siglo I, este lugar fue explotado intensamente y edificado. Las galerías para extraer la puzolana fueron reutilizadas para colocar sepulturas en forma de nichos, tanto paganas como cristianas; fueron construidos varios columbarios y por lo menos dos edificios residenciales (la “villa grande” y la “villa pequeña”) con interesantes decoraciones pictóricas en las paredes. Hacia mediados del siglo II, la zona de las canteras fue rellenada para erigir tres mausoleos (de Clodius Hermes, de los Innocentioresy del Hacha) donde fueron sepultados en la primera mitad del siglo III algunos cristianos. Otra obra de relleno de la zona determinó la superficie donde se construyó la “triclia”: un pórtico limitado por una pared, en la que se han descifrado centenares de grafitos con invocaciones a Pedro y a Pablo, que se veneraban aquí, hacia el año 250, debido a la imposibilidad de llegar hasta sus tumbas en el Vaticano y en el Ostiense. En este mismo lugar el Emperador Constantino (306-337) hizo levantar una grandiosa basílica cruciforme. Ya desde el siglo III estaba la catacumba con las tumbas de los mártires Sebastián y Eutiquiano. Durante toda la Edad Media, el conjunto de San Sebastián se mantuvo vivo y concurrido. En el siglo XVII, el Cardenal Scipione Borghese mandó construir la actual basílica de San Sebastián, situada en la nave central de la basílica constantiniana.